PISCINAS DE BOLAS
Las piscinas de bolas en las aulas de psicomotricidad son una herramienta fundamental para el desarrollo motor, sensorial y social de los niños. Podemos definirlas como un espacio delimitado, generalmente acolchado, lleno de bolas de colores ligeras y suaves, diseñadas para brindar una experiencia lúdica y segura.
Las piscinas de bolas en aulas de psicomotricidad son altamente beneficiosas para la inclusión, permitiendo que niños con diferentes habilidades participen en igualdad de condiciones. Además, su uso bajo la supervisión de un especialista en psicomotricidad permite adaptar las actividades a las necesidades específicas de cada niño, maximizando sus beneficios.
- Desde el punto de vista psicomotor, estas piscinas favorecen la coordinación motriz gruesa y fina. Los niños pueden saltar, gatear, lanzar y atrapar las bolas, lo que fortalece sus músculos y mejora su equilibrio; son un complemento ideal en el aula psicomotriz.
- En el ámbito sensorial, las piscinas de bolas ofrecen una rica estimulación visual y táctil. Los colores vibrantes ayudan a captar la atención y fomentan la discriminación visual, mientras que la textura y el movimiento de las bolas proporcionan una sensación placentera y relajante, ideal para niños con necesidades especiales o trastornos sensoriales.
- Socialmente, estas piscinas promueven la interacción entre los niños. A través del juego compartido, aprenderán a respetar turnos, cooperar y desarrollar habilidades comunicativas. También fomenta la creatividad, ya que los pequeños pueden inventar diferentes juegos dentro de este espacio dinámico y seguro.












